Patrimonio Material
La congregación ha atesorado a través de los siglos un valioso patrimonio artístico y ceremonial, que ha llegado hasta nuestros días desde época barroca, con piezas de primer nivel tanto en orfebrería, como en bordados y talla.
Cada pieza refleja los siglos de historia, devoción y tradición popular que se han transmitido generación tras generación.
Los Hatos
De base cuadrangular y portada a los pies, la Capilla se levanta en la zona este de La Plaza. Ya en un mapa de 1890, se observa la silueta de la ermita que se adentra en la plaza con sus dimensiones actuales. La fachada principal ha sufrido numerosas modificaciones a lo largo del S. XX. La última reforma es de 1992. Siguiendo el proyecto de Antonio Mula, se embellece la fachada con azulejería trianera azul y blanca, añadiéndole molduras y pilastras en los extremos y enmarcando la puerta. El tímpano, que sigue el modelo del primitivo, es obra del prestigioso escultor y ceramista sevillano Emilio García Ortiz.
Desde el punto de vista artístico, el interior de la capilla se concibe como un salón de trono donde preside la Santa Cruz sobre el altar principal y bajo palio, algo bastante llamativo y singular que solo ocurre en esta localidad. Este palio, aquí llamado “cielo”, tiene una gran simbología, pues no deja de ser un palio de respeto. Su uso puede deberse al considerarse la Santa Cruz sagrario de Cristo o bien por estar recubierto el santo madero de numerosas reliquias barrocas.
La Santísima Cruz de Arriba
La principal particularidad de la Santa Cruz es que se encuentra totalmente sobrevestida, algo bastante inusual y característico de esta zona.
El atavío de la Cruz sigue los modelos del barroco. La estructura interior de madera, es revestida con multitud de telas y aparejos que van colocados de forma que facilite la colocación de los centenares de alfileres que se utilizan para su aderezo. Para ello, se siguen utilizando las técnicas tradicionales que han sido transmitidas generación tras generación.
La camisa, de autor anónimo es del S. XIX y se encuentra bordada en canutillos de oro sobre moaré. El sudario es del taller de Esperanza Elena Caro de 1945. Recientemente se han recuperado las antiguas flores de talco y perlas del S. XVIII, que cayeron en desuso en los años 60 y que han sido colocadas simulando “El Jesús” del centro de la Cruz y los tres clavos de cristo, tanto en la parte delantera como en la trasera.
El conjunto de relicarios de plata se puede fechar entre los siglos XVII, XVIII y XIX, algunos de ellos, firmados por los afamados orfebres de la época como Caro o Quesada. Destaca por la cantidad y la variedad de técnicas utilizadas tanto en la labor de orfebrería como por los grabados y pinturas que albergan. En las más de medio centenar de piezas, podemos encontrar relicarios con cajas labradas a una o dos caras, lisas, viseladas y con añadidos siguiendo la labor de la filigrana. La decoración también es muy variada, entre los que destacan los relicarios de cera con agnus dei, las pinturas sobre cobre, sobre cristal, vitelas iluminadas sobre pergamino o grabados sobre papel y en menor medida litografías del S. XIX.
También destacan el conjunto de campanitas y cascabeles que cuelgan del sudario, son un total de tres juegos, originales del S.XIII realizados en plata en su color.
La Bandera
La bandera es la máxima representación de la Santa Cruz y no se considera una simple insignia. Es un elemento definitorio de esta tipología festiva y aunque está concebida como guion sacramental, la pieza y la función para la que está realizada, clavarla en el romero, es bastante singular.
Está realizada en el taller de bordados de Esperanza Elena Caro y se estrena para las fiestas del año 1945. Está bordada en oro fino a dos caras siguiendo en ambas el mismo diseño ornamental compuesto de una greca perimetral con diversos motivos ornamentales, entre los que destacan la flor de lis y otros motivos vegetales. En el haz, sobre terciopelo rojo aparece la Santa Cruz rodeada de una corona de espinas y a sus pies, hojas de trigo y de vid, aludiendo al carácter sacramental de la pieza. En el envés, sobre terciopelo blanco, se encuentran bordados los elementos de la pasión, la palma, la escalera, las tenazas, los clavos y el martillo.
Cuenta con dos cruces de remate, una de plata, de 1945 y otra de bronce cromado, de la antigua Bandera perdida en 1936.
Los Hatos
Se conservan dos juegos de aparejos, unos del S. XIX, realizados en hilos de colores y cuero y los actuales, bordados en oro fino.
Los antiguos hatos de las bestias se pueden datar en el S. XIX. Están realizados en hilos de colores y cuero sobre tela. El dibujo se compone de una orla perimetral con roleos y circunferencias con estrellas y flores. Las esquinas se encuentran decoradas con grandes roleos vegetales y el centro de la pieza se encuentra ornamentado con hilos entorchados en forma de S sobre una tela bicolor.
Los actuales hatos, del año 1945, están realizados en los talleres de bordados del Convento de Santa Isabel de Sevilla. Es uno de los conjuntos de aparejos más ricos de la zona, bordados en su totalidad en hilos de oro, plata y sedas de colores. Se componen de dos juegos de jáquima, pecherín, atajarre, raberas y cubiertas. Según estudios antropológicos, tienen reminiscencias árabes.
Los bordados cuentan con un completo programa iconográfico que se encuentra en relación directa con la festividad de la Cruz. Encontramos flores de lis, símbolo de la realeza tan ligada a la Iglesia, flores y hojas de cardo y flores de la pasión, haciendo referencia a la Pasión de Cristo. Además, numerosas hojas de vid que aluden a la Eucaristía y las azucenas, que simbolizan la pureza; pureza que en estas fiestas es representada por los Mozos de la Bandera.
La Cruz de la Puja
Está realizada en los talleres de Orfebrería Villarreal de Sevilla en madera y plata. Su incorporación al patrimonio de la Cruz es bastante reciente. Se estrena en 1992 y se utiliza como imagen vicaria de la Santa Cruz para la tradicional puja del domingo por la tarde. Es portada por todos los hermanos que la reciben en las puertas de su casa.