El Madroño es el pueblo más pequeño de la Provincia de Sevilla. Se encuentra enclavado en las estribaciones de la Sierra onubense de Aracena, entre Sierra Blanca y Romeral y está separado por apenas diez kilómetros de las Minas de Riotinto, con las que comparte filón mineral y donde los madroñeros han trabajado a lo largo de la historia.
Su nombre se debe a la abundancia de madroños en la zona. De origen incierto, se han encontrado restos prehistóricos, tartesios, fenicios y romanos y se especula que pudo existir un enclave musulmán previo sobre el que se levantaría el núcleo cristiano de repoblación.
Tras pertenecer durante siglos a El Castillo de las Guardas, el 27 de mayo de 1921 se constituyó en Ayuntamiento independiente la Villa de El Madroño, junto a las cuatro aldeas que dependen de él; Juan Antón, Juan Gallego, Villargordo y El Álamo.